Actividades Culturales
Décimas de José Pérez

Me paro en las Cuatro esquinas

diviso los cuatro vientos

aunque no soy un doctor

conozco el medicamento

(Copla popular)


I

Cuentan que en los años treinta,

tal vez en patria “gomera”,

se fundó  “La Palomera”

y hoy cumple casi noventa

con el título que ostenta....

lustre de gran marquesina

mi mente no se imagina

¿qué mujeres?, ¿cuáles hombres?

para preguntar sus nombres

me paro en “Las cuatro esquinas”


II

Al comienzo  de esta historia

fue la gente con la Iglesia,

fueron tantas peripecias,

fue lo que les dió la gloria

¡con razón se vanaglorian!...

En esos primeros tiempos

fabricaron con aliento

casas que gozan de fama:

hoy desde sus platabandas

diviso los cuatro vientos 


III

Guido Espinoza se gana,

con Don Trino Manuel Lira

También Doña Marcolina 

y la señora Cayetana

laureles que le engalanan.

más otros de gran valor

que me da tanto rubor

por no poderlos nombrar,

que los quisiera clonar

aunque no soy un doctor


IV

Un barrio es una ciudad,

y una ciudad es un barrio

no hay diferencia de horario

la frontera es un demás,

que quisieron inventar

con leyes y fundamentos

pero si te vas al Centro

allí todos coincidimos

para ese mal que vivimos

conozco un medicamento


Igual que sucedió aquí


Este lugar me recuerda

un sitio lejos de aquí,

allí todos se conocen:

el barrio donde nací


donde un pulpero jocoso

y a veces medio gruñón

con chistes y con regaños

vendía queso y papelón


fue fundado por la gente

igual que sucedió aquí

con el sudor de su frente

y reales por conseguir


donde cómplice razón

y anónima  providencia

concedieron la indulgencia

de un terreno “en donación”


la escalera pa’bajar

y también para subir

es de reunión el sitio

podio para discutir


Los albañiles del barrio

construyeron la ciudad

fin de semanas la propia

y en otros días lo demás


y hay más gente de valor

que si 

y les dan su justo honor.

Gente de mucho valor 


quedaron por mencionar

sé que llevan en su pecho


III

Guido Espinoza se gana,

con Don Trino Manuel Lira

También Doña Marcolina 

y la señora Cayetana

laureles con que engalanan

y les dan su justo honor.

Gente de mucho valor 

aún quedaron por nombrar

sé que llevan en su pecho


aunque yo no soy doctor


Domingo Guzmán, reclama

un digno lugar de honor

y lo digo sin pudor

Maximiliano, Rafael Hernández, Maximiliano García


Rafael Hernández, Domingo Guzmán

Maximiliano García,  


Aunque yo no soy doctor


Fue la gente con la iglesia

al comienzo de la historia

de la que se vanaglorian

por las muchas peripecias


se dice de aquellos tiempos


I


Cuentan que en los años treinta,

tal vez en patria “gomera”,

se fundó  “La Palomera”,

con ese nombre que ostenta,

una creación no violenta

con Luis Felipe Molina,

la Señora Marcolina,

y otras mujeres y hombres

para conocer sus nombres

me paro en “Las cuatro esquinas”


II

El comienzo  de esta historia

fue la gente con la Iglesia,

fueron tantas peripecias

de lo que hoy se vanaglorian 

fue lo que les dió la gloria.

de aquellos primeros tiempos

lucharon con tal aliento

trabajaron con tal ciencia

que en esta su noble herencia

diviso los cuatro vientos 


Este lugar me recuerda

un sitio lejos de aquí,

allí todos se conocen:

el barrio donde nací


donde un pulpero jocoso

y a veces medio gruñón

con chistes y con regaños

vendía queso y papelón


fue fundado por la gente

igual que sucedió aquí

con el sudor de su frente

y reales por conseguir


donde cómplice razón

y anónima  providencia

concedieron la indulgencia

de un terreno “en donación”


la escalera pa’bajar

y también para subir

es de reunión el sitio

podio para discutir


Los albañiles del barrio

construyeron la ciudad

fin de semanas la propia

y en otros días lo demás


para conocer la historia


del barrio La Palomera


para conocer la historia


Vine a recorrer las calles

porque quiero conocer

cómo el hombre y la mujer


historias y sus detalles

Igual que sucedió aquí


Allá viene una morena


trabajaba en el día en la construcción de la ciudad de los otros, y en la noche y los fines de semana


En este antiguo lugar

Donde existió una arboleda

Gente y casa ahora queda

Testimonio singular

Del  hombre y su trajinar

por la montaña que era


En este antiguo lugar

Donde existió una arboleda

Gente y casa ahora queda

Testimonio singular

Del  hombre y su trajinar

por la montaña que era


Es esta comunidad

resultado del tesón

de gente con cuya acción

y fuerza de voluntad


queda una gran escalera


Y un eterno disipar


No había sino una arboleda,

No se conocía la veda

 sembrar

Tierra fértil

Que llaman La Palomera



José Pérez cantando sus décimas
José Pérez cantando sus décimas