En La Palomera la comunidad seleccionó un vertedero clandestino de basura y lo transformó en un nuevo y dinámico espacio público que es también un mirador sobre la ciudad. Niños participaron en la construcción del pavimento utilizando tapas de botellas plásticas y pintando maderas recicladas de palets para construir un banco de 4 metros. El proyecto también incluye nuevas aceras que se negociaron con la comunidad al remover vehículos abandonados.