El hijo de Marilú, Oswaldo Cisneros, fue quien comenzó a cultivar el conuco de su familia. Luego de haber fallecido, su madre se encarga de “el terreno”, como le suele decir al lugar, y de la vegetación. Entre las plantas que sembró Oswaldo las más productivas son el plátano, el ocumo, el topocho, el ají dulce y el tomate. Marilú tiene un emprendimiento de venta de sancochos. Todos los sábados se dedica a ello. Por la mañana lo prepara y por la tarde recibe a las personas en el conuco donde ofrece espacios para sentarse a comer cómodamente. El cuidado del conuco y de las plantas es el legado de Oswaldo para su madre, quien siempre lo recuerda con mucho amor.